Elementos del fenomeno artistico

  • Artista: se denomina artista a aquella persona que, o bien practica un arte, o bien destaca en él. Por definición, un artista es quien elabora una obra de arte; así pues, y en paralelo a la evolución del concepto de arte que hemos visto anteriormente, en épocas pasadas un artista era cualquier persona que trabajase en las artes liberales o vulgares, desde un gramático, un astrónomo o un músico hasta un albañil, unalfarero o un ebanista. Sin embargo, hoy día se entiende por artista a alguien que practica las bellas artes. Aun así, el término artista puede tener diversas acepciones, desde el artista como creador, hasta el artista como el que tiene en la práctica de un arte su profesión. Así, a menudo llamamos artistas a actores o músicos que sólo interpretan obras creadas por otros autores. También se suele emplear el vocablo artista para diferenciar a quien practica una actividad liberal para distinguirlo del que practica un oficio: en ese sentido, se suele decir “pintor artista” para diferenciarlo de un “pintor de brocha gorda”. Al artista se le supone una disposición especialmente sensible frente al mundo que lo rodea: ha desarrollado su propio punto de vista, así como su creatividad, una buena técnica y un medio de comunicación hacia el espectador por medio de sus obras. El artista adquiere su propio dominio de la técnica y su desarrollo artístico intelectual para llegar al camino del profesionalismo. Con esta personalidad, el artista se manifiesta hacia el mundo tratando de reflejar lo que acontece –o le gustaría que aconteciera– en él.
  • Obra de arte: una obra es una realización material, que tiene una existencia objetiva y que es perceptible sensiblemente. El término proviene del latín opera, que deriva de opus (‘trabajo’), por lo que equivale a trabajo como objeto, es decir, como resultado de un trabajo. Una obra de arte puede ser tanto el objeto material en sí –una pintura, una escultura, un grabado– como una producción intelectual donde la artisticidad se encuentra en el momento de su ejecución o captación por medio de los sentidos: así, en la literatura, el arte se encuentra más en la lectura de la obra que no en el lenguaje escrito que le sirve de vehículo de comunicación, o en el medio material (librorevista) que le sirva de soporte; en música, el arte se encuentra en su percepción auditiva, no en la partitura en que se ve reflejada. Así, en el arte conceptual se valora más la concepción de la obra de arte por parte del artista que no su realización material. En ese sentido, una obra de arte puede tener varios niveles de elaboración: decía Panofsky que, al escribir una carta, se cumple básicamente el objetivo de comunicarse; pero si se escribe poniendo especial atención en la caligrafía, puede tener un sentido artístico valorable per se; y si, además, se escribe en un tono poético o literario, la carta trasciende su sustrato material para convertirse en una obra de arte valorable por sus cualidades intrínsecas. Por otro lado, hay que valorar la percepción del receptor: un objeto puede no estar elaborado con finalidades artísticas pero ser interpretado así por la persona que lo percibe –como en los ready-made de Duchamp–. Igualmente, una obra de arte puede tener diversas interpretaciones según la persona que lo valore, como remarcó Umberto Eco con su concepto de “obra abierta”. Y una misma obra puede ser percibida como artística por unos y como no artística por otros: decía Marcel Mauss que «es obra de arte el objeto que es reconocido como tal por un grupo social definido». Así, habría que reconocer que una obra de arte es un objeto que tiene un valor añadido, sea este valor un concepto artístico, estético, cultural, sociológico o de diversa índole. En conclusión, se podría decir que una obra de arte es un hecho sensorial, realizado artificialmente, con intencionalidad comunicativa y orientación lúdica. La obra de arte, para ser considerada como tal, debe trascender su sustrato material para adquirir una significación trascendente, basada tanto en su aspecto estético como en el histórico, al ser reflejo de un lugar y tiempo determinados, así como de una determinada cultura que subyace en la génesis de toda obra de arte.
  • Público: un factor cada vez más determinante en el mundo del arte es el del público, la gente que acude a museos o exposiciones y que manifiesta cada vez más un sentido crítico y apreciativo del arte, pudiendo influir en las modas y los gustos artísticos. En siglos anteriores, el arte era un círculo cerrado al que sólo tenían acceso las clases más favorecidas, que eran las que encargaban y adquirían obras de arte. Sin embargo, desde la apertura de los primeros museos públicos en el siglo XVIII, la participación del público en general en la apreciación del arte ha sido cada vez mayor, favorecida sobre todo por el aumento de medios de comunicación de masas (prensa, libros, revistas y, más recientemente, medios digitales e Internet). Asimismo, las nuevas corrientes artísticas, sobre todo desde pasada la Segunda Guerra Mundial, han favorecido la participación del público en la propia génesis del hecho artístico, a través de acciones artísticas como loshappenings y las performances.
  • Percepción: la percepción del arte es un fenómeno subjetivo, motivado no sólo por el hecho sensorial sino por el aspecto de mentalidad inherente, que depende de la cultura, la educación, etc. La percepción es un proceso activo y selectivo, el ser humano tiende a seleccionar la percepción más sencilla, así como a ver las cosas globalmente –por ejemplo, tendemos a ver las cosas simétricas aunque no lo sean–. De la percepción sensorial dependen factores como la textura, la forma y el color, así como la geometría, la proporción y el ritmo.
  • Materia y técnica: el proceso artístico comienza con la elaboración mental de la obra por parte del artista, pero ésta se ha de plasmar en materia, proceso que se realiza a través de la técnica. La materia tiene una noción constitutiva, creadora, siendo parte esencial de la creación artística. También puede aportar diferentes concepciones estéticas, como el uso del hierro y el vidrio en la arquitectura contemporánea. A su vez, la técnica es la manera cómo el artista da forma a la obra de arte, cómo moldea la materia para conseguir expresar aquello que desea crear. Los materiales y la técnica van evolucionando con el tiempo, y pueden ser definitorios de un determinado lenguaje o estilo artístico.
  • Función del arte: el arte puede cumplir diversas funciones, según la voluntad del propio artista o según la interpretación que de la obra haga el público:
    • Práctica: el arte puede tener una utilidad práctica siempre y cuando cumpla diversas premisas de satisfacer necesidades o de tener una finalidad destinada a su uso o disfrute, como es el caso de la arquitectura, o bien de la artesanía y las artes aplicadasdecorativas e industriales.
    • Estética: el arte está estrechamente vinculado a una finalidad estética, es decir, de provocar sentimientos o emociones, o bien suscitar belleza y admiración en todo aquél que contempla la obra de arte.
    • Simbólica: el arte puede estar revestido de una función simbólica cuando pretende trascender su simple materialidad para ser un símbolo, una forma de expresión o comunicación, un lenguaje por el cual se expresa una idea que debe ser descifrable para el público al cual va dirigida.
    • Económica: el arte, como producto elaborado por el hombre, no deja de ser un objeto que puede estar motivado con fines económicos, bien en su concepción o bien en su posterior mercantilización.
    • Comunicativa: el arte es un medio de comunicación, por el cual se expresan ideas o conceptos, o bien se recrean estados de ánimo. En este sentido, puede ser tanto crítico como propagandístico del mensaje que desea transmitir.
    • Imitativa: el arte ha pretendido históricamente ser fiel reflejo de la realidad, al menos hasta la aparición de la fotografía y el cine en el siglo XX. Así, el arte ha sido un medio ideal para plasmar el mundo, la forma de vida de las diversas culturas y civilizaciones que se han sucedido a lo largo del tiempo.
    • Crítica: el arte puede tener una voluntad crítica, bien de tipo político, religioso o social, haciéndose eco de las reivindicaciones sociales de cada periodo histórico.
  • Museos: son instituciones dedicadas al estudio, conservación y exposición de obras de arte. El origen de los museos está en el coleccionismo, donde a la obra de arte se le añade un valor histórico o cultural, o bien de admiración o singularidad. A partir del siglo XVIII comenzaron a abrirse las colecciones al público, surgiendo los museos de protección estatal (British Museum, 1753; Uffizi, 1769; Louvre, 1789; Prado, 1819; Altes Museum de Berlín, 1830; National Gallery, 1838; Hermitage, 1851), al tiempo que surgieron las academias, instituciones que regulan el proceso creativo, educativo y formativo del arte. El Consejo Internacional de Museos (ICOM) define el museo como «una institución sin ánimo de lucro, permanente, al servicio de la sociedad y su desarrollo, abierto al público, que adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe testimonios materiales de la evolución de la naturaleza y del hombre, con finalidades de estudio, de educación y de delectación». Existen dos disciplinas vinculadas al estudio de los museos: la museografía estudia la vertiente técnica y estructural de los museos (arquitectura, equipamiento, medios de exposición); y la museología analiza el museo desde una perspectiva histórica, social y cultural.
  • Coleccionismo: es una actividad, generalmente de índole privada, destinada a la creación de colecciones de obras de arte. Desde siempre, el hombre ha sentido fascinación por el arte, hecho que le ha llevado a la adquisición de obras de arte, para su disfrute personal o, desde el crecimiento del mercado artístico en el Renacimiento, como inversión económica. Las colecciones particulares de arte han rivalizado a menudo con los museos en cuanto a cantidad y calidad de obras de arte y, gracias a donaciones filantrópicas, han sido origen muchas veces de la ampliación o creación de nuevos museos. El coleccionismo empezó de forma amplia en la antigua Roma, fruto generalmente de botines de guerra de los países conquistados. Durante la Edad Media fue común el atesoramiento de piezas de valor (orfebrería, obras de marfil y ébano) y de reliquias. Sin embargo, el auge del coleccionismo se produjo en el Renacimiento, cuando nobles y mecenas encargaron y adquirieron gran número de obras de arte para sus palacios y villas. Circunscrito en principio a la aristocracia, a partir del siglo XVIII el coleccionismo pasó también a la burguesía y a los ricos hombres de negocios, ya que el arte tenía entonces un marcado componente de ostentación social. Desde entonces, la figura del coleccionista privado ha sido fundamental para el éxito del mercado artístico.
  • Mercado artístico: la valoración de la obra de arte como mercancía susceptible de ser adquirida por una contraprestación económica comienza con la toma de conciencia de la singularidad del arte, de su valor como obra única e irrepetible, unido a aspectos como su antigüedad, su calidad, su autenticidad, etc. El comercio artístico surgió en Grecia y Roma, pero se consolidó en el Renacimiento: en el siglo XVI existían ya en Venecia y Florencia lonjas especializadas en la transacción del arte. En el siglo XVII el principal centro comercializador de arte fueron los Países Bajos, donde una creciente burguesía hacía del arte un reflejo de su estatus social. En elsiglo XIX el mercado del arte cobró una gran difusión, en paralelo a la apertura de los museos públicos y a la realización de exposiciones internacionales donde se exhibían los mejores productos, tanto artísticos como industriales, de todos los países. Proliferó entonces la apertura de galerías privadas de arte, y apareció la figura del marchante de arte, que a menudo jugaría un papel relevante en su relación con los artistas, y llegaría a cobrar un protagonismo propio en la historia del arte (como Daniel-Henry Kahnweiler o Ambroise Vollard). También aparecieron casas de subastas, como las famosas Christie's y Sotheby's británicas, lafrancesa Drouot, la alemana Lempertz, la italiana Finarte o las españolas BrokAnsorena y Durán.
  • Ferias: uno de los principales medios de comercialización del arte son las ferias, donde los artistas dan a conocer sus obras, mientras que el público puede apreciarlas y estar al corriente de las diversas novedades que se van sucediendo en el tiempo. Las ferias han ido adquiriendo cada vez mayor relevancia, existiendo un circuito donde a lo largo del año diversas ciudades de todo el mundo acogen ferias de diversa índole. Actualmente, su cometido no es sólo comercial, sino también cultural e institucional, ya que suponen una fuente de difusión del arte. Una de las primeras ferias conocidas fue la celebrada en el Salone degli Innocenti de la Academia de Florencia, donde en 1564 se vendieron 17 de 25 cuadros pintados en homenaje a Miguel Ángel tras su fallecimiento. En 1737 se abrió la muestra bienal del Salón Carré del Louvre, organizada por la Académie Royal d’Art, primeras ferias abiertas a un público mayoritario. En la actualidad destacan: la Bienal de Venecia, la Documenta de Kassel, la Bienal de São Paulo, la Trienal de Milán, la feria ARCO de Madrid, la FIAC de París, ArtBasel de Basilea, etc.
  • Exposiciones: uno de los factores clave en la difusión del arte, sobre todo actualmente, es la organización de exposiciones, públicas o privadas, de arte antiguo o contemporáneo, individuales o colectivas, temáticas o antológicas. Las primeras exposiciones surgieron en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII, propiciadas por el exilio de artistas provocado por laRevolución francesa. En el siglo XIX surgieron las exposiciones universales, primeros fenómenos de masas donde se exponían las principales novedades tanto del mundo del arte como de la ciencia, la industria y cualquier otra actividad humana. Desde entonces se han sucedido las exposiciones por todo el mundo, circunscritas a menudo en los propios museos de arte, como forma de favorecer una mayor afluencia de público. Actualmente, son habituales las exposiciones antológicas e itinerantes, que suelen recorrer los principales centros artísticos mundiales. Otro factor a tener en cuenta, sobre todo dada la temporalidad de estas exposiciones, es la cada vez mayor importancia de los catálogos, únicos testimonios del conjunto de obras de arte expuestas de forma, muchas veces, irrepetible. La exposición más visitada ha sido la de Arte degenerado, organizada en 1937 por el ministro de propagandanazi Joseph Goebbels, que fue visitada por unos tres millones de personas en diversas ciudades alemanas a lo largo de cuatro años.

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